martes, 21 de febrero de 2012

Rodolfo Antonio Acevedo Acevedo, una breve reseña biográfica



Por Gary V. Davis, 
Miembro del Comité de Reunión de la Misión Chilena de 1956 a 1974
17 de febrero 2012


Con tristeza anunciamos que un miembro del grupo de la Misión Chilena, Rodolfo Antonio Acevedo Acevedo, falleció a las 13:35 horas del 17 de febrero del 2012 en Puente Alto, Santiago, Chile, a la edad de 60 años.  Rodolfo nació en San Antonio, Chile de Rodolfo Acevedo y Margarita Acevedo un lluvioso día 13 de junio de 1951.  Su muerte fue precedida por la muerte de su hermano Charles Nelson, la de sus abuelos, la de su hermana Melba y la de su padre Rodolfo.  Él vivió con la compañía de su madre Margarita, su esposa Soledad Villanueva y sus hijos Brenda (Clint), Rodolfo (Johana), Charles y Cristóbal, y sus cinco nietas, Janaina, Juliana, Sofía, Victoria y Fernanda, dos hermanas, Marisol y Julia, y dos hermanos, Ricardo y Humberto, y además de muchos sobrinos, tíos, primos, como también muchos amigos a lo largo de todo Chile y en el mundo entero.


Al momento de su fallecimiento Rodolfo servía como Historiador del Área Chile para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.  En agosto de 1968, a la edad de 17 años, Rodolfo, su madre y su hermana Melba fueron bautizados por el Elder Robert Schallock y el Elder Steven Cherry en las Rocas de Santo Domingo, Chile.  A finales de 1970 su familia entera se unió a la iglesia.  Él, junto con su familia y amigos, gozaba visitar la playa de Rocas de Santo Domingo donde fue bautizado.

La familia Acevedo en 1968 en las Rocas de Santo Domingo 
a minutos después del bautismo de Rodolfo.

Rodolfo recibió en 1972 un grado académico en Ciencia Sociales de la Universidad Católica de Chile en Talca.  Se desempeñó como profesor de Ciencias Sociales en colegios rurales y en el Colegio de la Iglesia en Chile llamado Deseret, ubicado exactamente en la esquina Pocuro con Pedro de Valdivia en Providencia, donde actualmente se ubican las oficinas administrativas de la Iglesia en Chile.

Rodolfo junto a sus alumnos del Colegio Deseret

A la de edad de 23 años Rodolfo fue llamado a servir a la misión de Los Andes Perú pero no se le facilitó la visa por las condiciones políticas que Chile enfrentaba.  Como resultado, sirvió en la Misión de Chile desde abril de 1974 hasta abril de 1976.  Rodolfo tuvo un profundo amor por su misión y por todos sus compañeros.  También tuvo un tremendo amor por los primeros misioneros que llegaron a la casa de su familia en San Antonio en 1968.  Como misionero sirvió en los sectores de República, Vallenar, Ñuñoa, Independencia y Buin.  Rodolfo y su compañero Stanley Zenk abrieron la rama de Buin al sur de Santiago.

Elder Acevedo y Zenk en la plaza de Buin.

Después de haber servido una misión regular, él conoció y se casó con Soledad Villanueva.  Ellos fueron sellados en el Templo de Sao Paulo, Brasil.  Soledad sirvió una misión en el sur de Chile en la Misión Concepción y abrió la Misión Osorno.  La familia Villanueva son pioneros de la Iglesia en Chuquicamata.  La nueva familia Acevedo Villanueva se estableció primeramente en Santiago y más tarde en Puente Alto.  Cada uno de sus tres hijos, Rodolfo, Charles y Cristóbal sirvieron una misión honorable en Uruguay, Colombia, y Argentina.

Matrimonio de Soledad y Rodolfo en el Templo de 
Sao Pablo Brasil.

Su servicio en la iglesia comprendió el de consejero de la presidencia de la Estaca Puente Alto.  También sirvió como director de la oficina de Asuntos Públicos del Área Sudamérica Sur y de Chile en Santiago.  Más adelante sirvió como obispo del barrio Sótero del Río en la Estaca Puente Alto.  En el año 2005 fue llamado y ordenado como patriarca.  Además de todo este servicio dedicó horas junto a su esposa como obreros del templo bajo la dirección del Presidente Lyon y también como maestro del Instituto de Religión enseñando los cursos Antiguo Testamento e Historia de la Iglesia.

En octubre del 2006, 38 años después de su bautismo, Rodolfo y Soledad se reunieron en San Diego, California con los Élderes que le bautizaron a saber, Elder Schallock y Cherry, junto a sus esposas.  Irónicamente, los tres sirvieron como obispos en esa misma época.

Rodolfo junto a los misioneros que le enseñaron el evangelio 
en San Antonio, Chile, los Elderes Steve Cherry, y Robert Schallock.

Por muchos años trabajó para la Corporación del Obispado Presidente del Área Chile en Santiago.  Por 28 años fue el administrador de la oficina de viajes de la Iglesia en Chile.  En aquella posición coordinó el visado y las salidas de jóvenes misioneros chilenos llamados a servir al extranjero y también el de los misioneros adultos extranjeros asignados a Chile.  Para muchos misioneros, Rodolfo fue la primera persona que conocieron al llegar al aeropuerto en Santiago y la última persona que vieron al momento de salir a sus misiones.  Su segunda y última posición fue la de analista en el Departamento de Registros y Estadísticas, en los últimos meses antes de su retiro de la Corporación.

En el aeropuerto como encargado de la oficina de viajes ayudando 
en la salida de misioneros chilenos al extranjero.  

Él tuvo un gran amor por la historia de Chile, la historia de culturas antiguas, y la historia de la iglesia en Chile, de los Estados Unidos relacionado con la iglesia y el antiguo oeste.  En 1989 recibió su Licenciatura en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile en Santiago.  Su trabajo de tesis se transformó en su primera publicación llamada Los Mormones en Chile.  Esta es una obra rica en investigación del establecimiento de la iglesia en Chile.  Además Rodolfo fue miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.  Contribuyó en gran manera para las revistas Ensign, Liahona, y en diarios como el Mercurio, la Church News, y en los sitios de internet oficiales de la Iglesia en Chile y de la Jared Family Pratt Association, además de muchas otras publicaciones.  Rodolfo tradujo al español y publicó la Autobiografía de Parley P. Pratt; también tradujo al español con su hijo Charles el libro llamado Llave a la Ciencia de la Teología por Parley P. Pratt.  Un logro significativo de Rodolfo fue la publicación de su traducción al español del libro As I Recall (Como Yo Recuerdo), escrito por Leonard Hartley, quien sirvió como presidente de la misión Chile Santiago Sur desde 1980 hasta 1983.  Rodolfo y el Presidente y la Hermana Hartley fueron amigos muy cercanos.  En el año 2006 publicó su segundo libro llamado Alturas Sagradas, Templo de Santiago Chile, el cual contiene una reseña de la historia de los templos pioneros en la última dispensación, el anuncio del Templo de Santiago por Spencer W. Kimball el 2 de abril de 1980, hasta la dedicación del templo en septiembre de 1983.  Muchas de sus publicaciones se hayan en bibliotecas como la Biblioteca Nacional de Chile y la Biblioteca Santiago Severín de Valparaíso, como también en bibliotecas internacionales tales como la Biblioteca de la Universidad de Harvard y la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.  Además siempre llevó una documentación muy detallada por escrito de su propia misión.  Él sin duda fue un excelente historiador.

Ceremonia de titulación de Licenciado en Historia Universidad Católica.
Rodolfo Acevedo y Ricardo Couyoumdjian Bergamali.


Entre los muchos momentos destacados en la vida de Rodolfo fueron sus varios viajes a Utah, Nevada, y California.  En cada uno de estos viajes dedicó innumerables horas en las bibliotecas y librerías históricas de Utah y de Chile recolectando libros y archivos.  Siempre halló gran gozo al encontrar evidencia de la historia de la Iglesia en Chile; su grabadora de voz, su cámara fotográfica, un papel y lápiz siempre lo acompañaron para llevar a cabo sus entrevistas, para registrar y mantener las historias de sus amigos SUD en Chile.  El 18 de septiembre del 2010 él junto a su esposa fueron invitados y asistieron al servicio religioso Te Deum en la Catedral de la Plaza de Armas en Santiago para la conmemoración del Bicentenario de Chile; este evento fue presidido por el Presidente de Chile.

Fotografías tomadas en Logan, Utah en 1986 y en la Biblioteca del Departamento Histórico de la Iglesia en Salt Lake City en 2011.

Rodolfo Acevedo asiste al Te Deum ecuménico del Bicentenario 
de Chile 2010, en la Catedral Metropolitana de Santiago.

Fue un honor para él recibir en el aeropuerto en Santiago al Presidente Gordon B. Hinckley.  En el momento que el Presidente Hinckley dejaba Chile, él reconoció a Rodolfo; el Presidente Hinckley bajó la ventanilla del auto, sacó su mano y saludándolo gritó a su nuevo amigo, “¡Acevedo!”.  En junio del 2004 Rodolfo y Solead visitaron en el Templo de Oakland el monumento que conmemora el arribo del barco Brooklyn en la bahía de San Francisco.  Ellos visitaron San Francisco donde cenaron en el restaurante más antiguo de la ciudad, visitaron el Puente Golden Gate y disfrutaron visitar el Distrito Haight-Ashbury, algo que él siempre quiso hacer desde que era un adolecente con su hermano Ricardo.  Durante su viaje al oeste, ellos también se encontraron con Arnold Schwarzenegger y su familia en una tienda de helado en el viejo Sacramento.  Rodolfo fue un cantor maravilloso y amó las cuecas, la música mexicana y el folclore chileno.  Tocó la guitarra y lo hacia vestido de huaso campesino, usando ojotas, camisa cuadrille, pantalones remangados, y amó tocar la armónica el himno “Oh está todo bien” y “Oh Shenandoah”.

Rodolfo recibe al Presidente Gordon B. Hinckley 
en su visita a Chile en 1999

A pesar que mucho se puede decir de la corta vida de este gran Santo de los Últimos Días, este chileno de corazón, los mejores papeles que jugó más que cualquier otros fueron los de esposo, padre, abuelo, patriarca, poseedor del sacerdocio y amigo.  Aquellos que le conocieron y a su familia están familiarizados con su habilidad de amar, de enseñar, de inspirar, y de hacer muchas buenas obras.  Su vida fue un ejemplo para todos.  Sin duda, hay una corona de justicia para él, y Rodolfo puede decir con plena confianza “he guardado la fe”.


Familia Acevedo Villanueva reunidos en el Templo de Salt Lake 
en el año 2006. Rodolfo y Soledad junto a sus hijos Cristobal, Rodolfo,
Brenda y Charles.






Para ver fotografías del funeral de Rodolfo Acevedo hacer click en el siguiente link:
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.132477876875629.22148.100003402526209&type=3

Edición de texto y fotografías por Charles N. Acevedo
Edición de video por Ricardo Acevedo Letelier
Fotografías del funeral por Ricardo Acevedo

11 comentarios:

  1. Con tristesa leimos este anuncio. Rodolfo nos ayudó tanto con todas nuestras desafillos en cuanto a visas y tramites allí en Chile.

    Que el Señor les bendigas a sus familiares y amigos allí en Chile.

    Los Whitchurch

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  2. Ahora esta cumpliendo, su segunda mision

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  3. Rodolfo fue un gran amigo. Que el Señor bendiga a su familia. Hasta luego amigo.

    Jeff & JoLyn Braithwaite

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  4. Rodolfo un hombre de gran corazón, recuerdo que me regaló una cinta de audio con el tema "Si vas para Chile..." fuimos compañeros de diferentes países pero en el mismo departamento, cantamos juntos "las mañanitas" todos los latinos en el Seminario Internacional de Visas y Viajes en SLC, es una tristeza enorme esta pérdida.... Gracias Rodolfo por tu amistad.... Que Nuestro Padre Celestial bendiga a tu familia en estos momentos difíciles.

    Napoleón Quispe
    Lima Perú

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  5. EL HNO. ACEVEDO FUE CONOCIDO POR MI FAMILIA CUANDO SERVÍA COMO CONSEJERO EN LA ESTACA PUENTE ALTO YO ERA PEQUEÑA, AÑOS MÁS TARDE ME AYUDÓ EN TODO MI PROCESO DE RECEPCIÓN DE MI LLAMAMIENTO COMO MISIONERA REGULAR Y VISA ,GUARDARÉ PARA SIEMPRE LOS MEJORES RECUERDOS DE ÉL, Y ME CONMUEVE SABER LO MUCHO QUE HIZO EN SU VIDA, LO CUAL DEBE SER UN HONOR PARA SUS HIJ0S NIETOS Y ESPOSA, MI CARIÑO Y RESPETO.
    HNA. CELIA NÚÑEZ
    ESTACA IQUIQUE

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  6. Recuerdo a Rodolfo con un gran espiritu de servicio. Siempre listo para ayudar. Un gran corazon! Mis condolencias para toda la familia Acevedo y tambien para los Villanueva!
    Que el Senor les bendiga!

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  7. Un tiempo dio el curso "desarrollo del maestro", hace mucho tiempo en el barrio Los Prados, nos enseñó a ser maestros, y creo que la forma de enseñar siempre fue su ejemplo en este curso. Lo que aprendí de él lo llevé a mis clases a los jóvenes de ese tiempo (creo que estaban Rodolfo y Brenda), después a mi misión, y ahora a todos los llamamiento que he tenido... Trató de seguir sus consejos y dan buenos resultados en la enseñanza, tanto en la iglesia como en mi familia. Grandes recuerdos...
    Fernando Muñoz
    Estaca San Miguel

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  8. Rodolfo fue un gran ser humano, un buen Santo de los Ultimos Dias, un gran maestro, me encuentro viviendo en los EE UU, lamentablemente me entere de la partida muy tardiamente, vivo en el mismo barrio del hermano Allred, primer misionero en Chile, este hermano siempre se recuerda de su amigo Rodolfo, yo no podre olvidarme de este gran hermano, ya que fue mi maestro de Instituto, consejero sentimental y testigo en mi sellamiento en el Templo de Santiago.

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  9. Conocí al Hno. Acevedo desde mi niñez, como profesor de historia en el colegio Deseret, como secretario ejecutivo de la presidencia de estaca en Puente Alto, como invitado a mi Matrimonio y como amigo de mis Padres. Una pérdida, pero una ganancia también. Lo que se enseñó bien, bien se aprendío.

    Roberto Del Río T.

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  10. Maestro...aunque pasen los años, seguirán en mis oídos, el sonido de tu voz, testificando de tu creador y de tu hermano Jesús, y en mi memoria, tu presencia imborrable y tu sonrisa franca y pura, capaz de animar al espíritu más desfallecido por las pruebas terrenales. No tuve el privilegio de conocer a Brigham Yuong ni a tantos otros líderes de la Iglesia, pero sí puedo decir decir que conocí a un grande entre los grande Líderes a: Rodolfo Acevedo Acevedo..tu recuerdo vivirá por siempre en mi corazón. Hasta pronto maestro..

    Jorge Novoa G

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  11. MAESTRO UN GRAN PROFESOR Y UNA BUENA PERSONA LO RECUERDO FUI SU ALUMNO EN LA BASICA EN EL DESERET EN POCURO CON PEDRO DE VALDIVIA

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